Sábado, 24 de Octubre. El viento del sur, cálido y pegajoso, presagia pocas observaciones. Llego a la playa de Serantes buscando gaviotas anilladas y me encuentro con Pablo Fernández, que rápidamente me pone al corriente de lo poco que se ve.
Mientras un grupo de Ostreros (Haematopus ostralegus) llega a la playa contemplamos el inusitado paso de Mazcatos (Morus bassanus); es raro que con este viento sureño pasen relativamente cerca. Además no vuelan en grupos. Viajan separados, pero hay tantos que mires a donde mires ves un número abundante. Algunos deciden picar y el espectáculo es visible sin necesidad de prismáticos. De cuando en cuando un grupo de Pinzones (Fringilla coelebs) costea hacia el oeste luchando contra el viento y avanzando con dificultad. Pablo me comenta que el paso de estos fringílidos dura ya un par de días y que el paso es constante.
Como no hay mucho más y uno es esclavo de sus vicios, me marcho a tomar un café, mientras Pablo se dirige hacia Penarronda.
Terminado el refrigerio me voy en busca de Cormoranes anillados y al paso por Villamil (Tapia de Casariego) veo el coche de Pablo detenido al borde de un camino. Me acerco con cuidado y Pablo me señala al teléfono móvil, así que miro el mío y veo un escueto mensaje que tiene cinco minutos: "Terrera en Villamil". Se conoce que con la emoción cafeteril no había oído el aviso. Así que doy gracias a los hados y busco con los prismáticos en la dirección que mira Pablo. Sola en mitad de la tierra . Vaya, esto suena a Victor Manuel, así que arreglemos: Agachada soportando el viento y picoteando el suelo de cuando en cuando una Terrera Común (Calandrella brachydactyla) llegada de vaya usted a saber donde, hace con su soledad en mitad de un maizal segado más patente la falta de las habituales Alondras (Alauda arvensis).
Cuando se mueve al camino puedo filmarla un breve rato.