Vuelos de Entrambasauguas: julio 2012

Lugareños. Los demonios

Pueden ser hermosos, pero en cuanto aparecen todos los pájaros dicen adiós.

Todos le conocemos. Todos sabemos su nombre. Todos conocemos su canto. Pero raramente lo vemos. Sólo cuando abandonan el nido donde unos padres adoptivos se han matado a cebarlo se deja ver. Pero incluso entonces es muy desconfiado, y vuela a la menor señal de peligro. Llevaba varios días rondado por los alrededores, pero me costó atrapar su imagen. La lluvia de la mañana parece que lo tornó confiado, o quizás más descuidado. Por la tarde, tras paciente espera, logramos contemplarlo en toda su estraña belleza. Con ustedes, un joven Cuco (Cuculus canorus).

Soportando la lluvia con paciencia

Se acabo el agua.

Lugareños. Los vecinos

De vez en cuando parroquianos menos habituales se dejan caer por casa. El Pito Real (Picus viridis) es uno de los que gusta venir con regularidad a darse un atracón de hormigas; incluso no es raro que se presente toda la familia. Su pariente, el Pico Picapinos (Dendrocopos major) se ha dejado ver este verano por primera vez.

Pito Real

Pico Picapinos - Joven

Lugareños. Los invisibles

Hay parroquianos a los que uno oye mas que ve. La Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla) canta infatigablemente a lo largo de la mañana desde el interior de un salgueiro (Salix atrocinera), de donde raramente sale. El Zarcero Común (Hippolais polyglotta) ha sido este año especialmente discreto. Ambos se han dejado sorprender brevemente.

Curruca capirotada (Macho)

Zarcero común

Lugareños. Los habituales

No todo han de ser aves raras. Ha sido asomar el sol un par de días seguidos y los habituales parroquianos del prado de casa, que andaban aparentemente desaparecidos, se han vuelto todo actividad. Los Jilgueros (Carduelis carduelis) y Verderones (Carduelis chloris) que han criado en los setos han estado cantando frenéticos, los Mirlos (Turdus merula), menos cantarines, se han dedicado a recorrer el prado arriba y abajo en busca de comida. El Escribano Soteño (Emberiza cirlus) sólo se ha dejado ver en un par de ocasiones.

Jilguero adulto

Jilguero joven

Mamá Verderón

Papá Verderón

Mirlo

Escribano Soteño

Visitantes de otros mundos

El mes de julio suele ser un mes con escasas observaciones ornitológicas de interés. Pero en este verano la cosa ha sido distinta. La Gaviota Polar (Larus glaucoides) que nos acompaña desde diciembre continúa por la zona, aunque se ha mudado un poco al oeste, y ahora podemos verla por Mántaras (Tapia de Casariego). Y de remate dos Críalos (Clamator glandarius) se han dejado por por Entrambasauguas el mismo día, uno de ellos en Valdepares (El Franco) y otro en la zona de Castríos (Tapia de Casariego). Resulta realmente curioso recibir un mensaje en el móvil de el avistamiento de uno de ellos, mientras tu estás observando el otro.

El autor de este blog agradece a Manuel Fdez. Pajuelo el aviso del Críalo de Castríos, que permaneció varios días por la zona.