Este año, de momento, el paso otoñal está siendo flojo en comparación con lo que sucedió el año pasado. Pero algo ya se deja ver, y la sorpresa de esta mañana fue un grupo de Combatientes (Philomachus pugnax) que se alimentaban en un "patio de vacas" en Villamil (Tapia de Casariego). Habían elegido las proximidades del bebedero que es el lugar donde más pisotean las vacas, y por ello, donde más barro se forma. Tremendamente confiados parecía que pudieran tocarse con la mano. Eso permitió fijarse en detalles del plumaje y comprobar que los cinco ejemplares eran perfectamente diferenciales entre sí.
Durante una hora aproximadamente se dedicaron a alimentarse con alguna que otra refriega. Sólo la lluvia pareció calmarlos al final de la mañana.
Van fotos ("clic" sobre las mismas para verlas a mayor tamaño) de los cinco y un vídeo.
Durante una hora aproximadamente se dedicaron a alimentarse con alguna que otra refriega. Sólo la lluvia pareció calmarlos al final de la mañana.
Van fotos ("clic" sobre las mismas para verlas a mayor tamaño) de los cinco y un vídeo.
La única hembra del grupo. Su tamaño es sensiblemente menor que la del resto. Obsérvese el desgaste del borde de las plumas. |
Un macho. Se pueden ver las patas amarillas y se intuye el color del pico. |
El mismo macho un rato después. Es imposible ver el color de patas y picos. |
Segundo macho. Muy parecido al anterior, pero se diferencian bien escapulares y terciarias. |
Tercer macho |
Cuarto macho. El más pequeño y de plumaje más uniforme, posiblemente un joven. Postura de "pelea" |
Los dos machos anteriores inician el enfrentamiento. |
Al ataque. |
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