Las largas tardes de verano deparan de cuando en cuando agradables sorpresas. Apenas se aleja uno del asfalto, en cualquier lugar recogido puede aparecer una escena inolvidable. Zorros y corzos aparecen como mágicamente desde el interior del bosque y, haciendo caso omiso de nuestra presencia, se dedican a explorar el mundo que comparten con nosotros.
Este vídeo ha sido grabado en un par de tardes consecutivas por Bárbara Suárez García, a quien agradecemos nos haya permitido usarlo en este blog
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