En realidad no tan extraño. Se trata de un ejemplar de Testacella maugei, uno de los tres representantes peninsulares de la familia Testacellidae, todos incluidos en el género Testacella. Desde que supe de su existencia (y de eso hace más de 30 años) siempre tuve ganas de verlas, pero se me habían resistido. Quizás por ser de hábitos principalmente subterráneos. Y como suele suceder, en apenas tres días aparecen dos ejemplares ¡a la puerta de casa!
Y a pesar de su apariencia de lentas y tranquilas babosas son animales carnívoros que depredan sobre las lombrices.
Testacella maugei |
3 comentarios:
Que interesante Gilberto. Ni siquiera había oído hablar nunca de estas babosas¡
Un saludo¡¡
Pablo
Coño, que curioso. No tenía ni idea de que había babosas con concha.
Gracias por la información, Gilberto.
un abrazo
Gilbertooo¡¡¡Te va a crecer mucho la nariz¡¡ di la verdad hombre.Cruzaste una babosa con un caracol¡¡jajaja
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