Hay días en que la afición por contemplar aves casi se muere. Pero hay otros que nos dejan el espíritu sosegado. El pasado 19 de mayo fue de los últimos. Y es que no siempre se puede ver en una misma mañana un Alcotán (Falco subbuteo) tranquilamente posado y a unas Cigüeñuelas (Himantopus himantopus) reponiendo fuerzas en su viaje migratorio. Y todo ello en la quietud del campo, sin prisas, sin ruidos. Quizás esta entrada de Naturaleza Cantábrica ayude a entenderlo.
1 comentario:
Hola Llamapariego!!
Pues si que esos vídeos reflejan calma; me gustan las cigueñuelas, vistas de cerca me sorprende la longitud de sus patas.
Esperemos que este año tb. vuelvan a sacar adelante una nueva generación.
un saludo
Juan Villar
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